07.
Para fortalecer la sociedad
La
revolución liberal abolió los gremios, cofradías y corporaciones
de trabajadores, quedando éstos totalmente
desamparados ante la voracidad de algunos
empresarios. El ámbito de
actuación de dichas corporaciones abarcaba: la defensa de los
intereses de sus integrantes, su formación y calificación
profesional, resolución de litigios entre ellos, su seguridad
social, vigilancia
sobre la calidad de los productos, etc.
La
CTC comprende que una restauración de los
mismos en su forma
primitiva hoy es imposible. Sin embargo aspira a que resurjan y,
adaptados a las circunstancias actuales, cumplan, en lo posible todas
las funciones de aquellos de modo que el estado supla estas
funciones subsidiariamente. La CTC aspira a que toda
persona se
desarrolle, e incluso se encuentre protegida,
por una o más
organizaciones pertinentes en las que desarrolla naturalmente su
vida.
Es
necesario:
07.01.
Reconocer como interlocutores necesarios a las organizaciones de
trabajadores, empresarios y profesiones
liberales. Establecer cauces
de diálogo entre ellas y la
Administración en todos sus ámbitos.
07.02.
Que en el momento actual estén presentes en el Senado con voz y
voto. Cuando sea realidad la reforma
constitucional que proponemos
esa presencia la tendrán los Parlamentos.
07.03.
Que cese la actual división de los trabajadores. Si
las condiciones
del trabajo son las mismas para todos,
no es normal que ideologías
que nada tienen que ver
con el mismo les mantengan divididos, y en
ocasiones
enfrentados. Ello da lugar a la ineficacia de los
actuales
sindicatos que, en muchos casos, actúan como correas
de
transmisión de los partidos políticos.
2007.04.
Que cese la
ayuda económica del
Estado a los sindicatos,
porque
es una manera
innoble de corromperlos y tenerlos a su servicio.
07.05.
Impulsar el desarrollo de la pequeña
y mediana empresa
mediante
reducciones
fiscales y créditos en
cantidad suficiente.
07.06.
Defender el valor
de la propiedad privada
como un derecho
inalienable de la persona supeditado
al bien común.
07.07.
Reorientar la política de subvenciones; reducirlas exclusivamente a
organizaciones que fomenten el bien común en cualquiera de sus
aspectos en vez de favorecer
a organizaciones disolventes o
revolucionarias.
07.08.
Respecto a estas subvenciones, la CTC prefiere que
el Estado, en
vez de distribuirlas a cargo de la Hacienda
Pública, favorezca las
donaciones directas desgravando
a los particulares los fondos que
destinen a tales fines.
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