12.
Para ordenar la inmigración
En los últimos años la inmigración ha pasado a ser uno de los
fenómenos más inquietantes para la sociedad
chilena. La inmigración no puede ser excusa para políticas de
rechazo, ni para políticas multiculturalistas que intentan disolver
el sentido de nuestra propia cultura. No se pueden promover políticas
de miedo o racismo que engendran recelos hacia los inmigrantes, al
igual que no se pueden permitir agravios con respecto a nuestros
conciudadanos. Las políticas sociales deben ser proporcionadas y se
deben evitar los abusos.
Todo
hombre tiene derecho a emigrar, aunque toda sociedad receptora tiene
igualmente derecho a proponer
sus condiciones de aceptación. Un primer principio a aplicar en esta
cuestión es el de la solidaridad. Este principio conlleva tanto a
ser generoso en la medida de lo posible con el inmigrante, como
realista en la capacidad de acogida de nuestra sociedad.
Los
procesos de legalización y nacionalización no pueden estar
condicionados por la presión migratoria.
Chile
no puede ser uno de los países donde más fácil es obtener la
nacionalidad.
Propuestas:
12.01.
Toda política de inmigración debe ser canalizada a través de
convenios internacionales que primen una inmigración laboral
regulada por contratos. Las políticas de reagrupación familiar
deben atender especialmente a los fraudes.
12.02.
Las políticas de acogida laboral deberán centrarse en aquellos
países que comulguen cultural y religiosamente con nuestra sociedad.
12.03.
Las condiciones laborales para los inmigrantes deben ser las mismas
que para los ciudadanos nacionales: derechos laborales, seguridad
social y salario digno.
12.04.
Se debe respetar la libertad de cada cual de adherirse al credo que
quiera, pero no se permitirá ni promoverá el culto público del
Islam, ni se fomentará su enseñanza en las escuelas públicas. Las
costumbres islámicas deben subordinarse a nuestra tradición
cultural cristiana y a nuestra legislación.
12.05.
Se debe evitar un proceso de “guetización” de la inmigración.
En muchos países europeos este fenómeno se ha convertido en
irreversible. Las políticas municipales son fundamentales ya que
pueden ordenar
la localización de los comercios o sus horarios.
12.06.
No se puede permitir la competencia desleal de los comercios
inmigrantes para con los comercios nacionales.
12.07.
Las políticas escolares deben contar con el beneplácito de los
padres de los respectivos centros y no imponer falsas políticas de
asimilación que sólo generan exclusiones sociales.
12.08.
La nacionalidad sólo se puede conceder tras un largo proceso en el
que el inmigrante demuestre su total integración en la sociedad y
los antecedentes penales deben excluir de esta concesión. Por ello
las políticas de repatriación, ante la inmigración ilegal, deben
ser estrictas. En ningún momento se puede conceder el derecho al
voto a la población que no esté nacionalizada.
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